Saturday

Julio Cortázar: Gardel.




Escucho una vez más Mano a mano, que prefiero a cualquier otro tango y a todas las grabaciones de Gardel. La letra, implacable en su balance de la vida de una mujer que es una mujer de la vida, contiene en pocas estrofas "la suma de los actos" y el vaticinio infalible de la decadencia final. Inclinado sobre ese destino, que por un momento convivió, el cantor no expresa cólera ni despecho. Rechiflao en su tristeza, la evoca y ve que ha sido en su pobre vida paria sólo una buena mujer. Hasta el final, a pesar de las apariencias, defenderá la honradez, esencial de su antigua amiga. Y le deseará lo mejor, insistiendo en la calificación:

Que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos,
que te abrás en las paradas con cafishos milongueros,
y que digan los muchachos: "Es una buena mujer".

Tal vez prefiero este tango porque da la justa medida de lo que representa Carlos Gardel. Si sus canciones tocaron todos los registros de la sentimentalidad popular, desde el encono irremisible hasta la alegría del canto por el canto, desde la celebración de glorias turfísticas hasta la glosa del suceso policial, el justo medio en que se inscribe para siempre su arte es el de este tango casi contemplativo, de una serenidad que se diría hemos perdido sin rescate. Si este equilibrio era precario, y exigía el desbordamiento de baja sensualidad y triste humor que rezuma hoy de los altoparlantes y los discos populares, no es menos cierto que cabe a Gardel haber marcado su momento más hermoso, para muchos de nosotros definitivo e irrecuperable. En su voz de compadre porteño se refleja, espejo sonoro, una Argentina que ya no es fácil evocar.

Quiero irme de esta página con dos anécdotas que creo bellas y justas. . La primera es a la intención -y ojalá al escarmiento- de los musicólogos almidonados. En un restaurante de la rue Montmartre, entre porción y porción de almejas a la marinera, caí en hablarle a Jane Bathori de mi cariño por Gardel. Supe entonces que el azar los había acercado una vez en un viaje aéreo. "¿Y qué le pareció Gardel?", pregunté. La voz de Bathori -esa voz por la que en su día pasaron las quintaesencias de Debussy, Fauré y Ravel- me contestó emocionada: "Il était charmant, tout á fait charmant. C`était un plaisir de causer avec lui". Y después, sinceramente: "Et quelle voix".

La otra anécdota se la debo a Alberto Girri, y me parece resumen perfecto de la admiración de nuestro pueblo por su cantor. En un cine del barrio sur, donde exhiben Cuesta abajo, un porteño de pañuelo al cuello espera el momento de entrar. Un conocido lo interpela desde la calle: "¿Entrás al biógrafo? ¿Qué dan?" Y el otro, tranquilo: "Dan una del mudo…"

París, mayo de 1953.

Sunday

¿Qué quieres de mi?


Esa manía que tienes de morderte los labios
Y la incitante la forma en que juegas a deshacerte de mi
Juegas a no quererme a no importarte hacer de esto el final
Pero de nuevo me tienes aquí cerca de morir
En un intento fatal de olvidar solo concibo enamorarme más.

¿Qué quieres de mi?
De que esta hechas tus perversas intenciones para conmigo
Acaso deseas acabar con la poca cordura que me queda


Para convertirme en un alma sin aliento que vaga en el frío silencio
De una noche siniestra que se empeña en recordarme que sin ti poco vale la pena.

¿Qué quieres de mi?
Colocarme en el rincón de los acusados y dictar tu sentencia final
Donde quede sentenciada a la pena de ser   esclava de tus manías
Irremediablemente enamorada de tus gestos, condenada hacer amante de tus fantasías
A vagar sin dignidad ni moral por las calles de la cordura 
para que al verme digan al pasar allá va! Aquella pobre enamorada
 de un recuerdo que le aflige del cual no logra escapar.

¿Qué quieres de mi?
Quer extermine lo que soy y me vuelva un ser irracional
Que desplome mi dignidad al igual que mi conciencia
Quieres que ande con una venda en mis ojos
Para no ver al abismo al que me arrojan tus brazos.

¿Qué quieres de mi?
Amarrarme con tus labios
Sujetarme con tus brazos
Danzar al ritmo despiadado de tu mirada
Y lanzarme al abismo  de amarte sin sentido  sin lógica  ni horario…´

Atractiva la manía que tienes de morderte los labios
Incitante la forma en que juegas a deshacerte de mi
Juegas a no quererme a no importarte hacer de esto el final
Pero de nuevo me tienes aquí cerca de morir
En un intento fatal de olvidar solo concibo enamorarme mas.

Saturday

Black Swan.


Una película irreverente, perturbadora y absolutamente brillante. hace mucho tiempo no encontraba un film que me mantuviera estupefacta ante la pantalla, y tratando de acomodarme incómodamente, 108 minutos de un film que es tan brutalmente cierto  y a la vez tan hermoso que se vuelve cautivador, y uno se encuentra tratando de atar las piezas de las imágenes que ha visto para encontrar algún significado y este sigue evadiendolo a uno.
Cuando comenzó me imagine que era una película parecida a "Dying to dance", que aunque muy buena, no era lo que esperaba ver y debo admitir que me sentí decepcionada, tenia muchas expectativas...
Hasta que después descubrí ese toque delicioso y exquisito que contiene una patología psicológica en una película, tal cual  lo es la perfección, lo que busca el que cree que la perfección debe ser alcanzada y es posible hacerlo, no acepta nada por debajo de la  ello y si ya se vio la película, ya sabe que pasa con esta clase de trastorno.
Natalie Portman hace una Nina excelente, una bailarina torturada por sus demonios internos en búsqueda de la perfección. Ya difícilmente siendo capaz de continuar con su vida en menoscabo, lo disfraza todo con una aparente rigidez,  Black Swan es un evento, un viaje que completamente lanza su vida perfectamente orquestada hacia una completa y catastrófica turbulencia y la deshace en un millón de pedazos que difícilmente se pueden reconocer. Tal vez los deseos y suenos reprimidos de una madre fracasada con un nivel de vida mediocre, la madre de Nina, casi como todo lo demás en su vida es rígida y controladora  que renuncio a su carrera también como bailarina por ella. Estas represiones transformarían esta herencia de frustraciones en una patología por la perfección que es fácilmente transmitida a una hija inocente  y vulnerable que lleva una relación pasivo-agresiva con su madre.



Cuando Nina es elegida Swan Queen por Thomas (Vincent Cassel, desarrolla un papel exquisito) quien anima a Nina a encontrar su lado oscuro que ya esta marcado en su pasado, como lo muestran las cicatrices de su espalda. Desesperada por la perfección, la realidad empieza a desvanecer cuando Nina pasa mas y mas tiempo bailando para su rol y haciendo la transformación emocional y mental en la Swan Queen.  Cuando conoce a Lily (Mila Kunis, quien desenvuelve perfectamente su personaje, es tentadora, seductiva, malvada y deliciosa) que se convierte la persona en que Nina personificaría el Black Swan y que eventualmente provoca que este salga a flote. Sus alucinaciones crecen mas y mas violentas con Lily haciendo borrosos sus pensamientos,  Nina se encuentra en una relación parte real y parte imaginara con Lily, que la llevarían a tener una dualidad dentro de si, el día del debut final Nina se encuentra a si misma apuñalando a Lily. Al final, Nina baila de una forma exquisita, perfecta, pero se da cuenta de que no había apuñalado a Lily, se había apuñalado a si misma. Como la Swan Queen, muere al final de su presentación, pero su performance es completa perfección. Quien no se ha sentido tentado por el pensamiento de escapar de la mano de la muerte?


Habiendo acabado mi parte spoiler para los que no se la habían visto y sigo anonadada ante este film. Todo... la actuación, la historia, la cinematografiá y la música... simplemente espectacular. Hasta los colores y la puesta en escena fueron perfectos complementos para todo lo que pasaba en la mente de Nina, blanco y negro, bueno y malo, oscuro y claro. Blac Swan es una película sobre la obsesión y perfección, es una batalla de opuestos y una bailarina que no sabia de puntos medios. Inocencia versus depravación, fragilidad versus despotismo, belleza versus repulsión, infantil versus madures, y de como estos opuestos existen dentro de Nina, separándose y juntándose de acuerdo de la ocasión y la circunstancia. La obra de Black Swan ejemplifica el trabajo de Nina para liberar la maldad que lleva dentro y Lily es meramente una excusa que su mente le ofrece para desenvolver este rol crudo y burdo que la llevaría a un tornado psicológico, que se transmite a través de la pantalla. Black Swan es hermoso y terrorífico al mismo tiempo, y uno se siente tan conectado a Nina que su dolor se vuelve el tuyo, sus miedos y alucinaciones, tuyos. Ya con irregularidades desde el principio su degradación psicológica y emocional es consumidora y abrumadora para cualquier observador. Es realmente intenso. Deseo, presión, alucinación, perfección.
 Así transcurre la película, al menos para mi.
Lo bueno y lo malo, lo real y lo irreal se vuelven indistinguibles, como la pasión y la obsesión.